Crónica - Ratos Rutas Retos
Hemos iniciado puntualmente la excusión a las 9:00h, el grupo de Ratos, Rutas y Retos. 18 personas.
Hemos salido en bus hacia Zarautz. Al llegar a Zarautz, hemos esperado un ratito a unas personas, que finalmente no han llegado, así que nos hemos puesto en marcha, camino a la cima de Indamendi, alrededor de las 10,30h.
El día, que en un principio ha salido tristón y con pinta de querer llover, ha ido clareándose hasta llegar a un mediodía luminoso, con sol y calor.
Nos hemos adentrado en el pueblo de Zarautz, con Xabi y su GPS de guías, hasta llegar al camino que nos subiría al monte.
Ha comenzado con una cuestita, ya para empezar, bastante pronunciada. Entonces he empezado a dudar si había tomado una buena decisión yendo a la excursión.
Hemos ido subiendo, con alguna protesta que otra, pero allá hemos ido todo el grupo, poco a poco, un trozo de camino bastante llevadero, y más cuestas, poco a poco, entre cantos risas y protestas, hacia arriba.
Todavía quedaba bastante y estaba siendo un poquito dura la subida, así que Xabi se ha apiadado de nosotros y hemos parado a reponer un poco de fuerzas.
Tras picar un poco de los alimentos que llevábamos, nos hemos vuelto a poner en marcha. Hemos continuado el camino, maravillándonos con las vistas preciosas que te invitaban a continuar andando hasta llegar a un caserío donde hemos hecho otra paradita. Los habitantes de la casa, muy amables, nos han hecho una foto, y hemos continuado el camino. Tengo que decir que yo allí, en ese momento, ya no podía más, pero Abdellah, junto a Inés, que iban delante de mí, han ido tirando de mí con una cuerda imaginaria de vez en cuando y, con el ánimo de los demás, he seguido el camino. Esta parte es la más bonita para mí porque me he dado cuenta del gran equipo que formaba la expedición, todos han apoyado a los que nos quedábamos atrás, esperándonos y animándonos con mucho cariño. De eso se trata el monte, de apoyar unos a otros, y se ha dado buena muestra de ello.
Nos hemos empezado a cruzar con gente que bajaba y que nos animaba, diciéndonos que al llegar a la cima había premio (había pincho de chorizo). Dos o tres de nosotros, al ver la última cuesta, hemos dudado si quedarnos allí, ya que era muy empinada, pero nos hemos dicho "venga, ya que hemos llegado hasta aquí, vamos a intentarlo" y lo hemos intentado. Y, como casi todo lo que se intenta, lo conseguimos. Eso sí, los del chorizo habían cerrado el chiringuito y nos hemos quedado un pelín defraudados algunos, pero, entre risas, enseguida nos hemos repuesto.
Allí estábamos todos en la cruz de la cima, con el mundo bajo nuestros pies, con unas vistas impresionantes de Zarautz, Zumaia y alrededores. Nos hemos hecho la foto de grupo y nos hemos sentado en una campa a comer y descansar un ratito.
Al cabo de un rato, ya comidos y descansados, hemos comenzado el camino de vuelta. Xabi, como buen guía de la expedición, ha buscado la mejor ruta para bajar.
Ahora eran otros los que tenían problemas: les dolía la rodilla; y lo mismo que las cuestas eran pronunciadas para subir, eran igual de duras para bajar. Pero, nuevamente, el grupo ha estado a la altura apoyando a los que lo llevaban peor. A veces, hemos bajado caminando de espaldas para que las rodillas no sufrieran, entre risas, fotos, vistas impresionantes y los ánimos del grupo, hemos hecho la bajada.
Al llegar abajo, hemos esperado al bus y vuelta a casa. Hemos llegado a Donostia sobre las 16:30h. Felices, porque, aunque las subidas y bajadas han tenido cierta dificultad, todos estábamos felices por haber conseguido hacer gala del nombre del grupo Ratos, Rutas, Retos. Pasar el rato todos juntos compartiendo y haciendo una ruta preciosa, con vistas impresionantes y consiguiendo el reto de conseguirlo todos juntos.
Gracias compañeros, sois un gran equipo, y dan ganas de que llegue la próxima aventura.
Prometo no protestar tanto la próxima vez.
Coro Elizalde